Primero que nada, es preferible que tu embarazo sea planeado, ya que de ésta manera, desde antes del embarazo procurarás tomar las medidas necesarias para asegurar que el bebé se desarrolle normalmente.
Una de las medidas que debes considerar, es tu alimentación. Si tus hábitos alimenticios satisfacen tu requerimiento de energía, contribuyes a que tu embarazo sea exitoso y sin complicaciones.
Además, es una forma de cuidarte e incluso salvar tu vida y la de tu bebé, ya que es necesario que el cuerpo obtenga la energía necesaria para que funcione correctamente y aporte lo necesario al bebé mientras va creciendo en el vientre materno.
Lamentablemente, el índice de mortalidad de mujeres embarazadas aún es una constante, debido a la falta de información. Muchas de esas muertes pudieron evitarse de haber buscado ayuda profesional y no dejándose llevar por los viejos mitos que han pasado de generación en generación: desde el "debes comer por dos" hasta el "si tienes muchos antojos es porque el niño va a ser de buen apetito".
Es por eso que te recomendamos acudas a consulta con un médico y después de su diagnóstico consultes un nutriólogo. Son la mezcla perfecta para asegurar que tengas un embarazo tranquilo y saludable, y así puedas disfrutar de esa etapa tan especial como es el proceso de convertirte en madre.
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